León VIII, Papa (963-965).
Papa romano que fue elevado al solio pontificio por el emperador Otón I, en vida del legítimo papa Juan XII, por consiguiente, contra todo derecho, lo que le valió ser considerado siempre como un intruso. Todo apunta a que los romanos habían llamado a Otón I para que pusiera fin a los desórdenes y crímenes de que venía siendo teatro la corte pontificia, bajo la dominación de los cinco o seis últimos papas, hechuras de la cortesana Marozia. Apenas se retiró Otón de Roma, los partidarios de Juan XII restablecieron a éste y León tuvo que huir al campamento del emperador; no obstante, a los pocos meses Juan XII fue muerto en los brazos de una mujer adúltera, y aunque le había reemplazado Benedicto V, el emperador volvió a Roma, y restableció a León VIII, que murió al poco tiempo, en el año 965. Es considerado a veces antipapa. Su sucesor fue Benedicto V.
Se atribuyen a este papa dos bulas, por las cuales concedía al emperador Otón y a sus sucesores el derecho de nombrar al papa y a los obispos del Imperio. Actualmente estos escritos se consideran apócrifos, porque según parece fueron hechos para justificar las pretensiones imperiales.
