León Hebreo (ca. 1460-1523).
Judá Abravanel, León Hebreo, médico, filósofo y poeta judío, hijo de Isaac Abravanel. Nacido en Lisboa hacia 1460, pasó poco después con su padre a tierras españolas. Al tener que abandonar España en 1492, la familia se estableció en Italia. Allí ejerció Judá su profesión de médico, sobre todo en Nápoles y Génova. Tuvo contacto estrecho con los humanistas italianos y con las corrientes neoplatónicas, hasta llegar a ser también él un verdadero renacentista.
Su obra más famosa, en italiano, son los Dialoghi d'amore (Diálogos de amor), que ven la luz en Roma en 1535, y son reimpresos y traducidos sin cesar a lo largo del mismo siglo XVI (en 1584 aparecía en Zaragoza la traducción de Guedolías Yahya, y en 1590 veía la luz en Madrid la del Inca Garcilaso de la Vega). Son tres diálogos sobre el tema del amor desde un punto de vista más renacentista que medieval. En ellos expone una sistemática visión del mundo como armonía, regida por el amor de Dios. El hombre está destinado a unirse místicamente con Dios, pero no por la vía del intelecto, sino por la del amor, que es capaz de transfigurar el amante en el amado, y que Judá concibe como éxtasis. Los Diálogos ejercieron una considerable influencia que se advierte en la poesía de Miguel Angel, y en el pensamiento de Giordano Bruno y de Spinoza. Su filosofía se inspira fuertemente en los autores antiguos y medievales, sobre todo griegos, árabes y judíos; incorpora elementos de la mitología griega, comparte con Ibn Gabirol el neoplatonismo, pero tampoco rechaza plenamente a los aristotélicos, incluyendo a Maimónide. Se inclina hacia el anti-racionalismo: para él, lo que es objeto de fe no requiere demostración, la fe es superior a la ciencia. En cierto sentido se puede decir que es la última muestra importante de la filosofía medieval.
Escribe algunas composiciones poéticas en hebreo, entre las que destacan una Queja contra el Destino, una carta poética de 132 versos dirigida a su hijo, secuestrado y bautizado a la fuerza por el Rey de Portugal Juan II. Escrita en Nápoles en 1503, mantiene en buena parte el estilo andalusí, con motivos muy característicos aplicados a la situación. La carta tiene una fuerte carga emocional y no es, desde luego, un ejercicio de retórica, sino una expresión de sentimientos y hechos profundamente reales; no sabemos si volvió a ver a su hijo. También en hebreo escribió una Endecha a la muerte de su padre, especialmente solemne.
Bibliografía
-
HEBREO, León: Diálogos de Amor. Traducción de David Romano. Introducción y notas de Andrés Soria Olmedo, Madrid, Tecnos, 1986.
-
SORIA OLMEDO, A., Los Dialoghi d'amore de León Hebreo. Aspectos literarios y culturales, Granada, Univ. de Granada, 1984.