Guillermo de Auvernia (1180-1249).
Filósofo y teólogo francés, cuya fecha de nacimiento se estima hacia el año 1180. Profesor de teología en la universidad de París, fue obispo de esta ciudad desde 1228 hasta su muerte. Sus obras principales son: De universo, exposición de su sistema filosófico y teológico, en la que se manifiesta partidario del realismo y opuesto al nominalismo, Magisterium divinale, De inmortalitate animae y De bono et malo. De tendencia agustiniana, conoció muy bien a Aristóteles y a sus intérpretes árabes, contribuyendo notablemente a que el pensamiento de Aristóteles fuera asimilado por el pensamiento cristiano. Guillermo parte de un concepto del ser inspirado en Avicena y admite la distinción entre la esencia y la existencia. Dios es el ser por esencia y su existencia se puede demostrar por un argumento clave: es absurdo proceder hasta el infinito en la búsqueda de la causa y origen de los seres que dependen de otro ser para su existencia. Rechaza la tesis avicenista de la emanación necesaria y afirma que la creación es un acto libre de la voluntad de Dios, quien actúa no como un agente natural sino como un artista. Afirma que en el alma, forma del cuerpo, se hallan presentes todas las verdades necesarias, impresas por la iluminación divina.