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HistoriaBiografía

Tiglat-Pileser III, Rey de Asiria (744-727 a.C.).

(Tukul-ti-apil-E-shar-ra o KU-ti-A-E-shar-ra) Rey asirio, usurpador del trono a la muerte de su antecesor, y tal vez su padre, Assur-Nirari V, hijo éste del rey Adad-Nirari III. Nada más ocupar el trono se dedicó a la tarea de reformar el ejército, del que hizo un instrumento profesional al servicio de su tarea conquistadora, que centró en dos puntos: acceso al Mediterráneo, Asia Menor y Egipto y acopio de materias primas (metales, maderas y ganado). Asimismo, aunque al principio no entró a fondo en la administración, supo contener las ambiciones y los privilegios de las grandes familias asirias. Muy pronto se lanzó a guerrear contra la coalición antiasiria, encabezada por Urartu, y posteriormente la derrotó en Kishtan (territorio de Kummukh), en el 743 a.C. También se enfrentó a las tribus caldeas y arameas de Babilonia (Nabu-Nasir), continuando así con la tradicional injerencia y protección asirias hacia dicho Imperio. Luego pasó a las regiones del este, logrando abundante botín a expensas de las gentes de los Zagros (Namri, Bit-Hamban). Tras ello se dedicó de lleno a intentar conquistar los Estados locales palestinos y sirios que coaligados le causaban serios problemas. La derrota del arameo Mati'ilu y la toma de Arpad en el 740 a.C. le supusieron la sumisión de los Estados sirios, y también la de otros reinos del sur de Anatolia, lo que supuso el freno a las pretensiones expansionistas del rey de Urartu Sarduri II, ya que Musasir y Gilzanu quedaron como "Estados tapón" entre Asiria y Urartu. En el 738 a.C. derrotó al Estado de Khamat, que tranformó en varios reinos vasallos. Resueltos en parte los asuntos en esta zona, Tiglat-Pileser III marchó a combatir contra los medos, llegando al "País del lapislázuli" (quizás el monte Demavend) y al "Desierto de la sal" al sureste de Teherán, al país de Nairi, y por las zonas norteñas al reino de Urartu, en donde asedió su capital, Turushpa. Todas estas campañas le proporcionaron una enorme masa de ganados y millares de prisioneros. Rebeliones e impagos de tributos en algunos puntos de Siria reclamaron nuevamente la atención de Tiglat-Pileser III en aquella zona, en donde contaba, por otra parte, con algunos vasallos fieles. Su intervención motivó la captura de varias ciudades fenicias (Tiro, Ascalón y Gaza), la toma de Damasco, poniendo aquí fin a tal reino arameo, y la invasión de Israel, en donde recibió la sumisión del nuevo rey Oseas. Las poblaciones de estos territorios fueron deportadas y el país fue organizado en provincias (a imagen de las cuatro provincias propiamente imperiales). La situación interna de Babilonia (muerte de Nabu-nasir, asesinato de su sucesor Nabu-Nadin-Zeri por el usurpador Nabu-Shuma-Ukin II, golpe de Estado del caldeo Mukin-Zeri) motivó que el rey asirio interviniese en ella. De esta manera pudo atacar y someter a diferentes tribus caldeas (Bit Ammukani, Bit Sha'alli, Bit Shilani, Bit Dakurri, Bit Yakini), capturar un enorme botín y deportar a un elevado número de personas. Babilonia quedó adscrita directamente a su persona, y Tiglat-Pileser III se vio al frente de una doble monarquía: rey de Asiria y de Babilonia. Como rey de esta potencia se hizo llamar Pulu. Gracias a su personalidad, siempre enérgica, a las reformas administrativas, sobre todo provinciales, al buen funcionamiento de las comunicaciones, al estricto cobro de los tributos anuales y a las ingentes riquezas que arribaron al tesoro real y a la política de asimilación forzosa de todo lo asirio, Tiglat-Pileser III dejó a su muerte una Asiria perfectamente consolidada. Le sucedió Salmanasar V.

Autor

  • Federico Lara Peinado.