Pueyrredón, Prilidiano (1823-1870).
Pintor y arquitecto argentino, una de las figuras más importante de la primera generación de artistas locales que surgió en el siglo XIX en la Argentina. Destacó como retratista y pintor costumbrista y dejó un amplio y variado legado pictórico. Obtuvo su fama y prestigio a través de sus retratos, pero también pintó numerosos paisajes y escenas campestres. Fue un destacado arquitecto y emprendió importantes obras públicas.
Prilidiano Pueyrredón nació en Buenos Aires, Argentina, el 24 de enero de 1823. Su padre, Juan Martín de Pueyrredón, fue un hombre notable en la historia de su país y ejerció como Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, hasta que en 1835, tuvo que abandonar, junto con su familia, Argentina, por entonces bajo la tiranía de Rosas. Entre 1841 y 1844 Prilidiano vivió en Río de Janeiro, ciudad en la que inició sus estudios de artes plásticas en la Academia Nacional.
Viajó a Europa en 1844. Ya en el viejo continente se matriculó en el Instituto Politécnico de París, donde estudió arquitectura sin abandonar la práctica del dibujo y la pintura. En 1849 regresó a su país natal, Argentina, donde ejerció tanto la arquitectura como la plástica, campo en el que destacó como retratista y pintor de escenas de costumbres. Entre otros, pintó retratos de su padre, de Manuelita Rosas, Santiago Calzadilla, Miguel de Azcuénaga, el coronel Álvaro Barros, Camilo Aldao, Adela Eastman de Barros y Cecilia R. de Peralta Ramos y su hijo. En 1860 hizo un retrato de Garibaldi que donó a la Sociedad Inione e Benevolenza. Aunque su actividad de retratista es la más reconocida, Pueyrredón fue un destacado paisajista, faceta ésta que tuvo como fuente de inspiración los parajes de la pampa bonaerense. Puede afirmarse que alternó su labor entre los temas de la vida de salón de las clases favorecidas y los de la vida agreste de los gauchos y los humildes, en la tarea de un campo que rodeaba a la ciudad a pocos pasos de su centro urbano.
Compaginó su carrera pictórica con la arquitectura. Entre otros proyectos, realizó los planos de la quinta Azquénaga, en Olivos, convertida en residencia presidencial a partir de 1918, al ser donada por Carlos Villate Olaguer tras su muerte; llevó a cabo la reforma de la vieja pirámide de Mayo en 1856; restauró la Capilla de la Recoleta; dirigió la reforma del templo de Quilmes y trazó los planos de la Casa de Gobierno y del Antiguo Fuerte.
Hombre polifacético, encaró proyectos de muy distinta naturaleza como el boceto de la carroza fúnebre que transportaría los restos de Bernardino Rivadavia, encargo que le hizo el Gobierno en 1857, o la construcción del Puente de Barrancas, sobre el Riachuelo.
Murió en Buenos Aires el 3 de noviembre de 1870.
Bibliografía
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LUCIE-SMITH, Edward.- Arte Latinoamericano del siglo XX (Barcelona, Ediciones Destino, 1994).
