A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Páez, Federico (1877-1974).

Político e ingeniero ecuatoriano, nacido en Quito en 1877 y muerto en la misma ciudad en 1974. Designado por los militares Jefe Supremo de Gobierno el 26 de septiembre de 1935, ostentó la presidencia de la república hasta el 23 de octubre de 1937. Realizó sus estudios de primaria y secundaria en el Liceo parisino Hoche, e hizo la carrera de ingeniería en las universidades de Gante y Bruselas, en Bélgica. Desempeñó los cargos de Senador y Ministro de Obras Públicas (1935). Aunque no militaba directamente en ningún partido, simpatizaba con la línea socialista, tanto que los senadores de izquierda lo apodaban "el quinto bolchevique". Fue designado por la Junta Militar que derribó a Velasco Ibarra, hecho al cual él se referiría más tarde en broma diciendo que su nombramiento "fue una equivocación del ejército". Comenzó a gobernar con gestos caracterizados como de izquierda, y a aquella primera época se debe la fundación de la Caja del Seguro Social de Empleados Privados y Obreros (Instituto de Previsión Social), la Ley Orgánica del Trabajo (que regulaba la huelga y establecía el salario mínimo) y las reformas al Código Civil. Pero el 28 de noviembre de 1936 tuvo lugar la sublevación del regimiento Calderón en Quito, en la llamada "guerra de las cuatro horas", hecho que él atribuyó a una conspiración bolchevique auspiciada por Moscú. A raíz de este hecho, Páez endureció su postura hasta el punto de convertirse en una feroz tirano: promulgó la mal llamada ley de Seguridad Social, por la que suprimían las principales garantías; contra las gentes de letras, creó una atmósfera de sospecha y represión; restringió la libertad de prensa y castigó a los sospechosos con el destierro al extranjero o a las islas Galápagos. Sus relaciones con el arzobispo Carlos María de la Torre nunca fueron buenas; por eso, al buscar un acercamiento con la Santa Sede, lo hizo de forma directa y sin intermediarios. Asesorado por el canciller Carlos Manuel Larrea y el historiador Julio Tobar Donoso, suscribió con el Vaticano un acuerdo que sentó un modus vivendi, el 26 de julio de 1937. En virtud de este acuerdo, la Iglesia recobró su libertad, opacada desde 1908, obtuvo personería jurídica y se le indemnizó en parte de algunos de los bienes que habían sido nacionalizados. El hecho de hacer traer de España los restos mortales del entonces Siervo de Dios Hermano Miguel de las Escuelas Cristianas le devolvió parte de su popularidad a principios de 1937. Pero cuando convocó la Constituyente que lo nombró presidente interino, y que luego, supuestamente, le habría de nombrar presidente constitucional, el ejército lo derribó y colocó en su lugar al general Alberto Enríquez Gallo.

Autor

  • CCG.