Miramón, Miguel (1831-1867).
Militar y político mexicano, presidente de la República en 1859 y 1860, nacido en Ciudad de México en 1831 y muerto, ejecutado, en Querétaro en 1867. Militante conservador, en 1853 luchó contra los liberales que proclamaron el plan de Ayutla. Tras el triunfo de éstos y la pérdida del poder de Santa Anna, huyó a Puebla para combatir a Ignacio Comonfort. Durante la Guerra de la Reforma sirvió al principio como Teniente del General Osollo. A la muerte de éste, se alzó como jefe de los conservadores. Como máximo mandatario del Ejército del Norte obtuvo repetidos triunfos contra Vadaurri y alcanzó el grado de General de División en 1858. En aquel año era presidente del Gobierno Félix Zuloaga, que fue sustituido en 1859 por Miramón, que el 13 de agosto de 1860 depositó el poder en manos del presidente de la Suprema Corte de Justicia, José Ignacio Pavón. Como presidente electo, el general Miramón consiguió de nuevo, por mayoría de votos, la presidencia de la República el 15 de agosto de 1860.
Se preparó para combatir al Gobierno liberal de Benito Juárez que se había establecido en Veracruz. Intentó sitiar esa plaza, algo que no consiguió, al tiempo que su administración se debilitaba económicamente. Trató infructuosamente de sitiar de nuevo Veracruz, incluso llegó a proponer un arreglo a los liberales de Juárez, que éste rechazó. En 1860 fue derrotado por el jefe de los liberales González Ortega, lo que puso fin a la Guerra de Reforma. Tras la derrota, se exilió en La Habana y de allí se trasladó a Europa, primero a Francia, donde lo recibió Napoleón III, y después en España, la reina Isabel II. Tras pasar por Italia, regresó a México cuando se produjo la intervención extranjera (1863) y ofreció sus servicios al emperador Maximiliano, pero éste lo envió a Berlín a estudiar táctica militar. Regresó a México en 1866 cuando Maximiliano estaba a punto de abdicar. Miramón le animó a resistir y fue nombrado jefe de uno de los tres grandes cuerpos en que se dividió el ejército imperial. Realizó el ataque contra Zacatecas, en el que estuvo a punto de aprehender a Juárez. Defendió, hasta su caída, Querétaro, momento en el que fue hecho prisionero. Fue sentenciado al mismo tiempo que Mejía y Maximiliano y ejecutado en el cerro de las Campanas, el 19 de junio de 1867. Maximiliano le cedió el centro como "luchador de honor". Su cuerpo fue llevado a Ciudad de México y se le enterró en el Panteón de San Fernando, para ser finalmente trasladado, en 1896, a la catedral de Puebla.
