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PolíticaHistoriaBiografía

Luisa de Saboya. Princesa de Angulema (1476-1532).

Aristócrata saboyana, regente de Francia, nacida en Pont d'Ain el 11 de septiembre de 1476 y fallecida en Gres (Francia) el 22 de septiembre de 1531. Madre del rey Francisco I de Francia, ocupó la regencia en varias ocasiones, la más importante de ellas cuando su hijo cayó prisionero del emperador Carlos V.

Fue hija de Felipe, conde de Bresse y más tarde duque de Saboya, como Felipe II y de Margarita de Borbón. En 1488 casó en París con Carlos de Orleáns, conde de Angulema, de quien tuvo dos hijos: Margarita, que sería reina de Navarra y Francisco, más tarde Francisco I de Francia. Enviudó antes de cumplir los dieciocho años y se dedicó en exclusiva al cuidado de sus hijos hasta la coronación de su segundogénito.

Asistida por varios consejeros, fue regente durante el reinado de su hijo en varias ocasiones. La primera de ellas el mismo año de la coronación de Francisco I, durante la expedición de éste al Milanesado (1515). Esta regencia apenas duró unos meses, que fueron aprovechados por Luisa para situar en los principales oficios a personas totalmente devotas a sus intereses. La madre del rey mostró siempre una gran avaricia por el dinero. En 1522 se demostró que se había apropiado de una suma de 300.000 coronas que su hijo había destinado para la guerra en Italia. El asunto terminó con la condena a la horca de Samblançay, superintendente de finanzas de la corona, en 1527. Luisa de Saboya se vio envuelta en un asunto aún más turbio, que llevó al enfrentamiento del condestable Carlos de Borbón con la ley inquisitorial y su posterior deserción y traición. De acuerdo con todos los historiadores, fueron los insensatos amores de la duquesa de Angulema, de cuarenta y cuatro años, por el condestable, doce años más joven, los que desencadenaron los hechos; pero sin duda los celos que Luisa debió sentir hacia la preferencia que su hijo mostraba por uno de los hombres más bravos y capaces de Francia también debió influir. La querella llegó cuando la duquesa quiso evitar que el condestable recibiese la herencia de su esposa, Susana de Beaujeu, una de las herederas más ricas de Europa, y cuya herencia reclamó Luisa como la pariente más próxima de la fallecida. La querella fue llevada al parlamento, donde se decidió a favor de la duquesa de Angulema (1523).

A los pocos meses Carlos de Borbón abandonó Francia y se puso al servicio del emperador Carlos V. Al año siguiente (1524) expulsó a los franceses de Italia y el 24 de febrero de 1525 los derrotó en la famosa batalla de Pavía, en la que Francisco I cayó prisionero. La duquesa de Angulema volvió a asumir la regencia y durante el tiempo que la mantuvo demostró un gran coraje y habilidad. Después de tomar las medidas necesarias para la defensa interna del reino, Luisa de Saboya y su hija Margarita se establecieron en su residencia de Lyón, para recibir más fácilmente noticias de Italia. Allí supieron que Carlos V había trasladado a su prisionero a Madrid y que Francisco reclamaba la presencia de su madre; pero Luisa no quiso arriesgar el futuro de la monarquía poniendo en las manos del emperador al rey y a la regente, y envió a Madrid a su hija Margarita. La regente concretó una alianza con Enrique VIII de Inglaterra, por la cual el monarca inglés abandonó la alianza con el emperador Carlos V, enemigo de Francisco I en Italia. Aunque llevó a cabo las labores de gobierno de forma hábil, siempre estuvo enemistada con la viuda del anterior rey de Francia, Luis XII. Después de haber luchado hasta el límite por la liberación de su hijo y en las negociaciones para el tratado de paz que concluyeron en Cambrai el 5 de agosto de 1529 (Paz de las Damas, firmado también por la tía del emperador, Margarita de Austria), la duquesa de Angulema se retiró de la política y no volvió a tomar parte en el gobierno del reino.

Las labores de la regencia habían terminado por minar su salud, que comenzó a resentirse. En septiembre de 1531 se encontraba en Fontainebleau con su hija, donde la duquesa, temerosa de la muerte, no cesaba de tratarse con medicinas contra todo tipo de desórdenes. Después de unos pocos días Luisa abandonó Fontainebleau para buscar aires más saludables, pero se vio obligada a detenerse en Grés, un pequeño pueblo del Gatinais, donde murió.

Luisa de Saboya fue una mujer culta e instruida, de belleza muy alabada y cuyos consejos influyeron grandemente en el ánimo de su hijo; fue ella la que impidió que el reino de Francia derivase hacia la ruina durante el cautiverio en España de su hijo, el rey (1525-1526). Sin embargo, no contó con grandes devociones ni entre el pueblo ni en la corte, ya que su carácter frío y altanero no la hacían simpática a los demás.

Bibliografía

  • BLOCH, J.R. L'anoblissement en France eu temps de François Ier: essai d'une définition de la condition juridique et sociale de la noblesse au début du XVIe. siècle. París, 1934.

  • HAYWARD, F. Histoire de la Maison de Savoie, 1553-1796. París, 1943.

  • JACQART, J. François Ier. París, 1981.

  • KNECHT, R. J. Francis I. Cambridge, Cambridge University Press, 1984.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero