González-Álvarez y López-Chicheri, Elia María, o "Lilí Álvarez" (1905-1998).
Deportista y escritora española nacida en Roma el 9 de mayo de 1905 y fallecida en Madrid el 8 de julio de 1998. Fue una de las pioneras del tenis femenino mundial, aunque no fue el único deporte que practicó, pues también hizo lo propio con el patinaje sobre hielo, el automovilismo o el esquí, algo nada usual en su época. En todos ellos ganó algunas medallas o trofeos. Condesa de Valdene por matrimonio, a lo largo de su carrera profesional como deportista manifestó en varias ocasiones su rebeldía contra la diferencia de comportamiento hacia hombres y mujeres, y se definió como feminista y religiosa.
Nació en Roma, en el Hotel Flora. Se crió en Suiza, país donde se trasladó su familia a las pocas semanas de su nacimiento. Comenzó a practicar deporte desde muy niña, estimulada por sus padres, y a los cuatro años ya patinaba sobre hielo y jugaba al billar subida en una silla. A los once años participó por primera vez en un campeonato internacional de tenis y a esa misma edad ganó un primer trofeo de patinaje artístico sobre hielo. Pocos años después, cuando contaba con dieciséis, ganó la medalla de oro internacional de patinaje sobre hielo en Saint Moritz (Suiza).
En 1923 se trasladó con su familia a Francia, a la Costa Azul, donde jugó al tenis y alternó con monarcas, artistas y políticos. De hecho, disputó muchos partidos con el rey Gustavo V de Suecia en las pistas de Cannes. Su gran momento deportivo tuvo lugar en los años veinte. En 1924 ganó el Campeonato de Cataluña de Automovilismo. En tenis, jugó la final del torneo de Wimbledon individual en 1926, en 1927 y 1928, sin ganar ninguna, pero en 1929 se hizo con el torneo de Roland Garros en la categoría de dobles. En 1931, tras proclamarse la Segunda República española, el periódico Daily Mail le ofreció una corresponsalía en las Cortes Constituyentes españolas y en Madrid conoció a su futuro marido, el conde francés de la Valdene, con el que contrajo matrimonio en 1934. En esa época vivía entre Madrid y Londres como corresponsal de guerra.
A finales de 1939 perdió al hijo que esperaba y meses más tarde se separó de su marido y trasladó su residencia a Madrid. En 1941 ganó el Campeonato de España de esquí disputado en Candanchú, aunque fue sancionada por acusar de machismo al jurado. Ese mismo año la Federación Española de Tenis la descalificó a perpetuidad alegando que había proferido injurias contra España, para ser recalificada en 1942, año en el que abandonó el deporte de competición y se dedicó a escribir. También fue una de las pioneras de la enseñanza de Educación Física en España, pues fue también profesora durante algún tiempo.
En 1951 presidió la V Comisión del Congreso Femenino Hispanoamericano, en el que presentó una ponencia titulada "La batalla de la feminidad", y poco después publicó su primer libro titulado Plenitud. Es autora de En tierra extraña, El seglarismo y su integridad, Feminismo y espiritualidad, El mito del amateurismo, Mar adentro, Ideario de una mujer beata, La religiosidad masculina y su desdicha" (1994), entre otros.
El 23 de mayo de 1996, recibió un homenaje en Madrid, al que asistieron las tenistas Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario. Uno de los últimos actos públicos a los que asistió fue el homenaje que le dio el Consejo Superior de Deportes el 11 de mayo de 1998 y que aprovechó para presentar su libro La gran explicación desde la vida y el deporte.
En diciembre de 2005 una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid recogió objetos personales, trofeos, fotografías y diversos documentos que pertenecieron a Álvarez y que permitieron repasar la trayectoria de esta pionera del deporte femenino español.
