Federico I, Rey de Prusia (1657-1713).
Rey de Prusia, hijo de Federico Guillermo, gran elector de Brandeburgo, y de Luisa Enriqueta de Orange, nacido en Könisberg en el 11 de junio de 1657 y muerto el 25 de febrero de 1713. Sucedió a su padre en 1688 como elector de Brandeburgo y duque de Prusia y, siguiendo el ejemplo paterno, luchó contra Francia a favor de los protestantes; realizó también diversas campañas en Inglaterra, en los Países Bajos y en Italia, siempre en favor del emperador, contando con que éste le apoyaría en sus pretensiones a la corona, pretensiones no del todo infundadas, pues, además de poseer un territorio mucho más extenso que el de un simple principado, su ayuda podía llegar a ser insustituible para el emperador, como de hecho ocurrió más tarde, durante la Guerra de Sucesión española.
No cejó en sus empeños hasta que fue coronado en 1701 con gran pompa y boato; acto seguido, fundó la Orden del Águila Negra, y las potencias europeas le reconocieron rey. El mantenimiento de su corte, una de las más fastuosas de su tiempo, le obligó a realizar continuos desembolsos económicos, que fueron mermando el ya de por sí escaso erario público, a lo que contribuyó en no menor medida el entretenimiento del ejército que había puesto a disposición del emperador. Aún así, no paró mientes el emperador en procurar el bienestar de sus súbditos, para lo cual fundó la Academia de Bellas Artes de Berlín, la Universidad de Halle y la Sociedad de Ciencias, instituciones que bien pronto sufrieron las consecuencias de la mala administración de que hacía gala el gobierno de Federico, que se vio en la obligación de aumentar tanto los elevados impuestos que pagaba su pueblo; de hecho, su muerte dejó un reino sumido en la miseria y carente de una cabeza administrativa que devolviera a Prusia el perdido esplendor.
Contrajo matrimonio en tres ocasiones; la primera vez con la princesa Isabel de Hesse-Casel, cuya hija Luisa fue reina de Suecia; su segundo desposorio con Carlota Sofía de Hannover fue bendecido con un hijo, Federico Guillermo I quien le sucedió en el trono, y, su tercera esposa, Luisa de Mecklemburgo, fue una fanática religiosa que finalizó sus días en tal estado de locura que se hizo necesario recluirla en una institución.
