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PolíticaHistoriaBiografía

Enríquez y de Velasco, Fadrique (¿-1537)

Aristócrata castellano nacido en el último cuarto del siglo XV y muerto en 1537. Fue almirante de Castilla, conde de Módica y Osona, vizconde de Cabrera y de Bas y tercer conde de Melgar. Formó parte del consejo de regencia mientras Carlos V se encontraba ausente de Castilla.

Heredó de su padre, Alfonso Enríquez y de Quiñones, el título de almirante de Castilla, que estaba vinculado como feudo a su familia. Casó con doña Ana de Cabrera y en 1487 mandó la flota castellana en el bloqueo del puerto de Málaga, que después se rindió a los Reyes Católicos. En 1495 fue puesto al frente de 120 naves que servían de escolta a la infanta doña Juana, cuando ésta viajó desde Laredo para contraer matrimonio con el archiduque Felipe de Austria. A su regreso a Castilla al año siguiente, llevó consigo a la archiduquesa Margarita, prometida en matrimonio al infante don Juan.

Acompañó a Fernando el Católico en su viaje de Madrid a Andalucía en 1515 y tres años después se opuso al proyecto de una nueva milicia diseñado por el regente, cardenal Cisneros. En las cortes de Valladolid de 1518 combatió la proclamación como rey de don Carlos (futuro Carlos V) mientras permaneciera con vida la reina doña Juana, enclaustrada en Tordesillas a la sazón. Don Fadrique expuso su opinión de que la ausencia de España del rey sólo podría causar males a la nación, pero al no ser atendidos sus esfuerzos se retiró de los negocios públicos y se estableció en el vizcondado de Cabrera. Durante la guerra de las Comunidades no tomó partido por el futuro emperador, pero tampoco por los sublevados, pese a lo cual, en 1519 recibió de don Carlos el Toisón de Oro, aunque se negó a asistir a la ceremonia de imposición en Barcelona. En 1520 fue nombrado gobernador de Castilla junto con el cardenal de Utrecht y el condestable don Íñigo Fernández de Velasco, mientras que Carlos acudía a Alemania para su coronación como emperador. La designación de dos nobles castellanos para el consejo de regencia respondió a la creencia del rey de que tal hecho debilitaría a los comuneros y ganaría la adhesión de la nobleza castellana. Ante la sorpresa general aceptó el cargo y abandonó Cataluña. Desarrolló una hábil política de concordia y estuvo a punto de conseguir una paz de compromiso con los comuneros, que le alentaron para que abandonase la causa del rey y se uniese a la Santa Junta. Pero cuando éstos atacaron sus territorios en Valladolid y conquistaron la fortaleza de Torrelobatón (1521), residencia común de los Enríquez, cambió su postura hacia posiciones más duras y tras el final de la guerra fue uno de los principales instigadores de la represión.

En 1522 fue apartado de la política a pesar de su gran ambición y de sus repetidas súplicas en este sentido. Insistió al emperador para que aprovechase su victoria sobre Francisco I de Francia en Pavía, consejo que fue desoído por Carlos V. Don Fadrique se opuso a la regencia de la emperatriz Isabel (1529), sin duda resentido por no haberla desempeñado él mismo, como en la época de las Comunidades. Fue un gran amante de la cultura y un perfecto representante del humanismo, además de hombre de gran piedad, que en 1525 desarrolló un plan de evangelización de sus estados. Murió sin hijos y heredó el almirantazgo su hermano don Fernando, duque de Medina de Rioseco.

Bibliografía

  • FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M. "La España del Emperador Carlos V", en Historia de España Ramón Menéndez Pidal, XVIII. Madrid, 1966

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero