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MúsicaBiografía

Dvorak, Antonin (1841-1904).

Compositor checo nacido en Nelahozeves (Bohemia, actual República Checa) el 8 de septiembre de 1814 y fallecido en Praga el 1 de mayo de 1904.

Antonin Dvorak.

Vida

El joven Dvorak aprendió a tocar el violín cuando aún era un niño y participaba a menudo en celebraciones campestres tocando con la banda de su pueblo natal. Al ser el mayor de ocho hermanos, Antonin tuvo que compaginar su afición por la música con el trabajo en el negocio de su padre, un carnicero rural. A los 14 años fue enviado a Zlonice a aprender alemán y fue allí donde inició sus estudios de viola, órgano, piano y contrapunto con A. Liehmann. En 1857 ingresó en la escuela de órgano de Praga para estudiar con Karl Pietsch, Josef Krejcí y Josef Foerster, entre otros. Terminó sus estudios con éxito dos años más tarde. Después, entre 1863 y 1871, fue violista de la orquesta del Teatro Nacional de la capital checa, dirigida en aquel momento por Bedrich Smetana, de quien Dvorak se considera continuador. En 1863, Dvorak participó en tres conciertos de obras de Richard Wagner dirigidas por el propio compositor.

Durante estos años creó sus primeras composiciones, entre las que se encontraba el ciclo de canciones Cyprise (Cipreses), del cual extrajo fragmentos que utilizó posteriormente en su Concierto para violonchelo.

Su primera ópera, Alfred, data de 1870 y posee una gran influencia wagneriana. En 1871 comenzó a trabajar en su ópera El rey y el carbonero, con libreto en checo de Bernard J. Lobesky. La primera versión de esta ópera también poseía claros matices del citado compositor alemán, especialmente en lo relacionado con el tratamiento orquestal, pero Dvorak la rehizo años más tarde y le imprimió un carácter más propio de la música nacionalista de su país. Esta segunda versión se estrenó con gran éxito el 24 de noviembre de 1874 en Praga.

Fue su cantata para voces masculinas Hymnus (1873), que narra la epopeya histórica de los héroes de la montaña blanca, la que le hizo verdaderamente popular entre sus compatriotas. En 1874, su Sinfonía en Mi bemol fue premiada en Austria por un jurado entre cuyos miembros se encontraba Johannes Brahms. El compositor húngaro se interesó de tal forma por la obra de Dvorak que logró que su editor Simrock publicara las obras de este último. Años más tarde, cuando su fama se extendió, Dvorak recibió encargos de destacados músicos como Joseph Joachim, quien le encomendó la misión de escribir un concierto para violín, o Hans Richter, que le pidió una sinfonía.

Dvorak desarrolló su faceta de organista de la iglesia de San Vojtech de Praga entre 1874 y 1877. Dos años después, en 1879, el editor Simrock publicó la primera serie de las famosas Danzas eslavas y los Cantos moravios, obras que le hicieron célebre, sobre todo entre el público inglés. El gran éxito alcanzado por su Stabat Mater, estrenado el 13 de marzo de 1884 en el Albert Hall, facilitó el primero de sus nueve viajes a Inglaterra. A lo largo de sus estancias en Gran Bretaña visitó ciudades como Londres, Birmingham, Cambridge y Leeds, donde estrenó diversas obras como el Concierto para violonchelo y el oratorio Santa Ludmilla. Su obra fue reconocida también en Alemania, Hungría y Rusia.

Antonin Dvorak. Danza Eslava nº1.

Tras la notoriedad y logros económicos obtenidos en Inglaterra y otros países, Dvorak pudo llevar a cabo uno de sus grandes anhelos: adquirir una casa de campo en Vysoká, un pueblo del sur de Bohemia, adonde se retiraba frecuentemente con su familia durante los meses de verano.

En 1891 comenzó a impartir clases de composición en el Conservatorio de Praga, donde tuvo brillantes alumnos como Oskar Nedbal y el compositor y violinista Josef Suk. Al año siguiente, Dvorak aceptó la invitación de Jeannete Thurber, presidenta del Conservatorio Nacional de Nueva York, para que dirigiera esta institución. Allí se trasladó con su mujer y dos de sus seis hijos. Durante su estancia en los Estados Unidos, Dvorak se interesó por la música india y afro-americana y fue allí donde compuso su célebre Novena Sinfonía “del Nuevo Mundo”, fruto de su búsqueda de nuevos rumbos estéticos que dejaran atrás el Romanticismo. La obra se estrenó en el Carnegie Hall de Nueva York el 16 de diciembre de 1893, bajo la batuta de Anton Seidl. Para el cuarto centenario del descubrimiento de América y a petición de Thurber, escribió su Te Deum.

Antonin Dvorak. 9º Sinfonía en mi menor "Nuevo Mundo".

Dvorak formó en Nueva York a una serie de alumnos que años más tarde destacaron en la vida musical estadounidense. Entre ellos se encontraban Rubin Goldmark, futuro maestro de Aaron Copland y George Gershwin, y Rowe Shelley, años más tarde profesor de Charles Ives.

En 1895 volvió a su país natal y siguió impartiendo clases en el Conservatorio de Praga, institución que dirigió a partir de 1901. Tras su vuelta a Bohemia escribió diversos poemas sinfónicos como Vodník y Polednice y dedicó gran parte de su tiempo a la creación de óperas. Armida (1904), obra basada en un poema del italiano Torcuato Tasso, fue la última ópera que compuso y supuso un intento de escribir una obra escénica de carácter internacional. Pero fue una de sus óperas anteriores, Rusalka, la que obtuvo más éxito. La ópera fue escrita en 1901 y está inspirada en cuentos de Hans Christian Andersen y otros autores.

Dvorak, al igual que su compatriota Smetana, fue un hombre sencillo, de pocas pretensiones. A pesar de haber logrado ser un compositor de reputación internacional, y de haber recibido numerosos honores y distinciones como la Orden austriaca de la Corona de Hierro (1889) o el doctorado honoris causa por la Universidad de Cambridge (1890), siempre se consideró a sí mismo “un modesto músico checo”.

Obra

La obra de Dvorak es muy variada y abarca obras de diversos géneros: desde la ópera a la música de cámara pasando por la música sinfónica, terreno al que dedicó más atención. Su obra musical no es tan sencilla y bucólica como la de su compatriota Smetana, ya que Dvorak posee un lenguaje más moderno, emplea mayor sofisticación técnica y una orquesta de plantilla más numerosa. En su orquestación busca la espectacularidad, conseguida a través de contrastes dinámicos y de la experimentación de nuevas combinaciones tímbricas. Algunos de los recursos que emplea son propios de los compositores eslavos, como la utilización frecuente del registro grave del violín y el uso de los instrumentos de metal en pianissimo. Su fluidez y gran espontaneidad melódica proceden en cierta medida de Schubert.

Antonin Dvorak. Allegro con fuoco.

En sus obras de juventud, Dvorak imitaba los modelos románticos, especialmente los de Mendelssohn. En la década de los años sesenta se puede apreciar en su música cierta ambigüedad tonal y frecuentes modulaciones hacia ámbitos tonales lejanos. Surgieron así obras camerísticas como sus cuartetos de cuerda en fa menor Op. 9 (1873) y la menor Op. 16 (1874); y obras orquestales como la Segunda Sinfonía en Si bemol mayor (1865). Pero a partir de 1874, Dvorak se alejó del influjo de compositores como Liszt y Wagner y desarrolló un estilo algo más convencional y clásico. Fue en esa época cuando comenzó a estudiar el folclore de su país, cuyos principales elementos utilizó posteriormente en sus composiciones. Así, incluyó en su obra ritmos sincopados de danzas populares como la mazurka, la dumka o la sparcirka y abandonó la práctica de la anacrusa (véase anacrusis), ya que ésta no existe en el folclore checo.

En esta línea de carácter nacionalista surgieron multitud de títulos, como las Tres rapsodias eslavas (1878), el Cuarteto de cuerda en mi mayor (1879), la ópera Dimitri (1881-1882) y la Sexta Sinfonía en re mayor (1880), cuyo tercer movimiento es una danza popular checa llamada furiant. También corresponden a estos años sus obras maestras Leyendas (1881) para orquesta, la cantata La novia del espectro (1884) y el oratorio Santa Ludmila (1885-1886), que junto con el Requiem (1890) hizo de Dvorak el creador del oratorio checo. Un lugar destacable de su producción lo ocupa su Stabat mater de 1877. Es su obra sacra más importante y fue concebida para ser interpretada en versión de concierto, y no en la liturgia religiosa. Es una obra de carácter meditativo y orquestación transparente, con abundancia de cromatismos. Otras obras religiosas que cabe señalar son la Misa en Re mayor Op. 86, para solistas, coro y órgano, y el Te Deum (1892) para soprano, bajos solistas, coro y orquesta.

Al ser un excelente intérprete de viola, se sintió fuertemente inclinado también hacia la música de cámara. Entre sus partituras de este género destacan los cuartetos de cuerda y los tríos con piano, entre los que destaca el Op. 90, más conocido como Dumky. En él no utiliza la clásica estructura de cuatro movimientos, sino que emplea seis movimientos basados en la dumka y los divide en dos grupos.

Antonin Dvorak. Adagio.

En el campo de la música orquestal desarrolló gran parte de su talento, ya que además de sus nueve sinfonías, escribió poemas sinfónicos, oberturas de concierto, rapsodias y conciertos para instrumento solista, entre otras. El músico checo ha sido considerado como un sinfonista brahmsiano en la forma, pero de sonido wagneriano. Su Sexta sinfonía en Re mayor (1880), compuesta para la Orquesta Filarmónica de Viena, fue la primera en proporcionarle notoriedad internacional dentro del campo de la música sinfónica. Pero, sin lugar a dudas, su sinfonía más célebre es la Novena o del Nuevo Mundo (1892). Esta última obra posee reminiscencias de los cantos espirituales negros y de las melodías de las plantaciones del sur de los Estados Unidos que Dvorak oyó cantar en Nueva York a Harry T. Burleigh, un alumno suyo. El compositor realizó investigaciones sobre cuáles serían los aspectos definitorios de un estilo musical propiamente americano y llegó a la conclusión de que el uso de la escala pentatónica en la línea melódica, las cadencias plagales (véase cadencia) y los ritmos sincopados eran las características más típicas de esta música. Estos aspectos se dejan ver en otras obras de Dvorak compuestas en Estados Unidos, como son el Cuarteto de Cuerda nº 12 en Fa mayor, el Quinteto de Cuerda en Mi bemol mayor y las Biblické pisne (Canciones bíblicas). En cambio, el Concierto para violonchelo en Si menor, compuesto en América en 1895, no contiene los citados elementos de la música norteamericana y fue escrito para el chelista checo Hanus Wihan.

En el último periodo de su obra, Dvorak volvió a las formas de su juventud y prestó especial interés a las óperas y al poema sinfónico. De todas la óperas de esta época, en vida del autor sólo conoció el éxito La Ondina (1900). Respecto a sus poemas sinfónicos, destacan títulos como El hada del mediodía, La rueda de oro, La paloma (todos de 1896) y el Canto heroico (1897).

Términos relacionados

Música romántica.

Bibliografía

  • CLAPHAM, JOHN: Antonin Dvorak, Nueva York: Norton, 1979.

  • EDUARD, JOSÉ (et al.): Dvorak, Debussy, Barcelona: Parramón, 1982.

  • FUBINI, ENRICO: El romanticismo, entre música y filosofía, Valencia: Servei de Publicacions de la Universitat de Valéncia, 1999.

  • EINSTEIN, ALFRED: La música en la época romántica, Madrid: Alianza Editorial, 1986.

  • LAYTON, ROBERT: Dvorak´s Symphonies and Concertos, Londres: BBC, 1978.

Discografía seleccionada

- Dvorak, A.: Complete Piano Trios. Intérpretes: Beaux Arts Trío. PHILIPS 54259.
- Dvorak, A.: Concierto para violonchelo (+ Concierto para violonchelo de J. Haydn). Intérpretes: Jacqueline DuPré (violonchelo), Chicago Symphony Orchestra, English Chamber Orchestra. Director: Daniel Barenboim. EMI CLASSICS 47614.
- Dvorák, A.: Piano Quintet Op. 81 + Piano Quartet Op. 87. Intérpretes: Panocha Quartet, András Schiff. TELDEC 0630-17142-2.
- Dvorák, A.: Sinfonía nº 5. Intérpretes: Oslo Philharmonic Orchestra. Director: Mariss Jansons. EMI CLASSICS 749995 2.
- Dvorák, A.: Sinfonías nº 7, 8 y 9. Intérpretes: Philharmonia Orchestra. Director: Carlo Maria Giulini. EMI CLASSICS 568628 2.
- Dvorak, A.: Sinfonía nº 9 “Del nuevo mundo” + American Suite. Intérpretes: Royal Philharmonic Orchestra, Vienna Philharmonic Orchestra. Director: Antal Dorati. LONDON CLASSICS 30702.
- Dvorák, A.: Serenades for Strings and Winds. Intérpretes: The Saint Paul Chamber Orchestra. Director: Hugg Wolff. TELDEC 4509-97446-2
- Dvorák, A.: Slavonic Dances. Intérpretes: Orquesta Filarmónica de Berlín. Director: Lorin Maazel. EMI CLASSICS 569805 2.
- Dvorák, A.: Violin Concerto. Intérpretes: Maxim Vengerov (violín), New York Philharmonic. Director: Kurt Masur. TELDEC 4509-96300-2

Enlaces en Internet

http://perso.wanadoo.fr/alain.cf/ ; página sobre compositores checos y eslovacos. Contiene biografía de Dvorak e información sobre la obra del compositor bohemio.

Autor

  • Mercedes Cebrián Coello