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LiteraturaHistoriaBiografía

Castillo, Hernando del (s. XVI).

Escritor y editor castellano, autor de la más conocida compilación de poesía del siglo XVI, el Cancionero General de muchos e diversos autores, publicado por primera vez en Valencia (1511). Se conocen muy pocos datos de su vida. Hernando del Castillo comenzó a recoger las composiciones que aparecen en su Cancionero hacia 1490. En 1509 firmó un primer contrato de impresión y, dos años después, apareció la obra impresa que alcanzó un éxito inmediato. El Cancionero General fue la más amplia de las recopilaciones de poesía tradicional y cortesana del primer Renacimiento castellano. Su aparición se enmarca en la corriente de recopilación de la poesía tradicional y galante que habían inaugurado varias anteriores anteriores, como el Cancionero de Baena, el Cancionero Musical de Palacio y el llamado Cancionero Herberay des Essarts.

En su Cancionero, Hernando del Castillo no utilizó ningún criterio sistemático de compilación, ni siquiera cronológico, ni cabe distinguir una selección subjetiva tan fuerte como en los cancioneros anteriores. Se diría que recogió toda la poesía que cayó en sus manos, tanto tradicional como cortesana, siguiendo simplemente un criterio de acumulación. Recogió cerca de un millar de composiciones de 137 autores, tanto consagrados como aficionados y otros completamente desconocidos o de los que sólo se ha conservado el nombre, además de poesía tradicional. A pesar de ser una obra poco organizada, representó una muestra coherente de la poesía cortesana del siglo XV y de la lírica tradicional que pervivía en el favor de los lectores de las postrimerías de la Edad Media. Las obras que incluyó sirvieron para preservar los ideales estéticos de la poesía cortesana del Cuatrocientos y del trovadorismo medieval antes de que se produjera la irrupción de la lírica italianizante.

Hernando del Castillo incluyó mayoritariamente a autores de tiempos de los Reyes Católicos, pero también a otros anteriores, desde el reinado de Juan II, que no habían caído en el olvido. Junto a los poetas mayores, como el Marqués de Santillana, Juan de Mena, Rodrigo Cota, Garci Sánchez de Badajoz, Jorge Manrique o Diego de San Pedro, Hernando del Castillo incluyó a numerosos autores aficionados de la corte, como los reyes Juan II y Enrique IV, o a miembros del estamento nobiliario como don Álvaro de Luna, el conde de Haro, el duque de Alburquerque o el marqués de Astorga, por citar sólo algunos.

Por otra parte, Hernando del Castillo contribuyó con su Cancionero a ampliar los márgenes de la poesía culta al incluir por primera vez en una compilación de este tipo un grupo de medio centenar de romances y numerosos villancicos. En otros aspectos fue más restrictivo que los compiladores anteriores, como en el caso de la poesía canción, para la que utilizó criterios más rígidos. Aunque el autor no hizo una sistematización clara, pueden distinguirse varios grupos según la naturaleza de la poesía: la obra de los poetas mayores, obras de devoción, canciones glosadas, romances y villancicos, invenciones y letras de justadores, motes glosados, cuestiones de ingenio y una última parte, llamada Obras de burlas provocantes a risa, formada por composiciones amorosas más o menos obscenas, que apareció como edición independiente en 1519.

El Cancionero General alcanzó un éxito inmediato y se sucedieron hasta nueve ediciones revisadas y ampliadas. A la primera edición de Valencia de 1511 siguió otra que incluía más composiciones, editada en esa misma ciudad en 1514. Esta última sirvió de base a las posteriores de Toledo (1517, 1520 y 1527), en las que se añadió un solo poema. Una edición muy reformada apareció en Sevilla en 1535, suprimida parte de la poesía amorosa más obscena y con un número importante de poemas nuevos, la mayoría religiosos y de calidad mediocre. La obra volvió a imprimirse en Sevilla en 1540. Las dos últimas ediciones son las de Martín Nuncio (Amberes, 1557 y 1573), esta última la más cuidada. Los sucesivos editores trataron de actualizar el cancionero incluyendo la poesía más reciente, pero aún así la obra no perdió su carácter marcadamente cuatrocentista.

De él derivaron una serie de cancioneros que confluyen plenamente en el periodo áureo de la literatura castellana. Una segunda parte del Cancionero fue editada en Zaragoza en 1554 por Esteban de Nájera con el título de Cancionero general de obras nuevas. Asimismo, del Cancionero se desgajaron otras colecciones, en su mayoría de poesía amorosa que siguieron una tradición independiente. La publicación y el éxito de la obra de Hernando del Castillo provocó la aparición de otros cancioneros, como el Cancionero portugués de García de Resende de 1516.

El Cancionero General de Hernando del Castillo fue la colección de poesía más leída del siglo XVI. Generaciones de lectores del Quinientos disfrutaron y adquirieron el hábito literario de una poesía que pertenecía a otra época y que, paradójicamente, alcanzó su mayor difusión en el Siglo de Oro.

Bibliografía

  • Cancionero General de Hernando del Castillo. (Ed. facsímil, con prólogo de Antonio Rodríguez-Moñino, Madrid: Real Academia Española, 1958).

  • BLECUA, A. La poesía del siglo XV. (Madrid: 1975).

  • DUTTON,B. El Cancionero castellano del siglo XV (1370-c.1520). (Salamanca: 1989) (6 vols).

  • DEYERMOND, Alan. Historia y crítica de la literatura española. Edad Media. (Barcelona: 1979).

Autor

  • Victoria Horrilllo Ledesma