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BiografíaPolítica

Bashir, Omar Hassan Ahmad al- (1944-VVVV)

Militar y político sudanés, actual presidente de la República, nacido el 1 de enero de 1944.

Con el grado de teniente general, al-Bashir dirigió el 30 de junio de 1989 un golpe de Estado incruento que derrocó al gobierno democrático de Sadik al-Mahdi. Se constituyó un Consejo del Mando Revolucionario para la Salvación Nacional (CMRSN) que derogó la constitución, suspendió el Parlamento y prohibió los partidos políticos. Además de presidir la junta militar, al-Bashir asumió la jefatura del gobierno, el ministerio de Defensa y la jefatura de las Fuerzas Armadas.

La inusual alianza de militares y los fundamentalistas islámicos del Frente Nacional Islámico (FNI), liderados por Hassan al-Tourabi (ideólogo y eminencia gris del régimen y partidarios del mantenimiento de la sharia ('ley islámica'), exacerbó la guerra iniciada en 1983 contra el Ejército Popular de Liberación del Sudán (EPLS), de base cristiana y animista. Los programas de islamización forzosa y la restricción de signos de occidentalidad toparon con una oposición civil en el norte, débil por la desunión de la clase política en la clandestinidad o el exilio, a la que el régimen de al-Bashir dio un tratamiento policíaco. Asimismo, los frustrados golpes de Estado de 1990 y 1991 indicaron que la aceptación del nuevo rumbo islamizante y antioccidental no era unánime en el seno de las Fuerzas Armadas.

Un proceso de legitimación institucional comenzó con la disolución del CMRSN el 16 de octubre de 1993 y la transferencia del poder ejecutivo a al-Bashir, ahora presidente de la República, formalismo que en nada cuestionó la esencia militar de su régimen. Entre el 6 y el 17 de marzo de 1996 se celebraron unas elecciones generales para cubrir 275 de los 400 escaños del Majlis Vatani ('Asamblea Nacional') de entre candidatos del FNI e independientes favorables al gobierno (los partidos siguen prohibidos). En las presidenciales al-Bashir venció con el 75,7% a otros cuarenta postulantes, en un remedo de juego competitivo. Tanto el EPLS como la oposición civil llamaron al boicot.

En el plano internacional, al-Bashir estableció una alianza triangular con Libia e Irak -con la que se alineó decididamente en la crisis del Golfo de 1990-1991- a la que se añadió Irán (visita del presidente Rafsanjani a Khartoum el 8 de septiembre de 1996), que financió gustosamente un régimen ideológicamente afín y al que diversos países de Oriente Medio y el Magreb acusaron de ser su "sucursal" regional para la extensión de sus designios panislamistas. Por las mismas razones, las relaciones con EE.UU. -que incluyó a Sudán en su "lista negra" de Estados sospechosos de apadrinar el terrorismo internacional-, Egipto, Argelia, Túnez, las monarquías del Golfo y los organismos financieros internacionales fueron malas, lo que tuvo graves consecuencias para una economía muy deteriorada. El aislamiento internacional se acentuó con la ruptura de relaciones diplomáticas con Eritrea en diciembre de 1994 y Uganda en abril de 1995 (éstas restauradas en septiembre de 1996), bajo acusaciones mutuas de respaldo a sus respectivas guerrillas, en tanto que las relaciones con Egipto alcanzaron un punto crítico con motivo del atentado contra el presidente Mubarak el 26 de junio de 1995 en Etiopía, acción de la que El Cairo inmediatamente acusó al régimen de al-Bashir.

También Etiopía, Eritrea y Uganda fueron sido regularmente acusados de, no sólo apoyar a la guerrilla, sino de perpetrar incursiones contra territorio sudanés; efectivamente, tropas sudanesas libraron choques fronterizos con unidades ugandesas (octubre de 1995) y eritreas (junio de 1997), en el contexto de las ofensivas conjuntas del EPLS y la Alianza Nacional Democrática, que el 13 de enero de 1997 abrieron dos nuevos frentes en el sur y el este (junto a la frontera eritrea), respectivamente. Tal vez indicio de su situación en la región, con la rivalidad Francia-EE.UU. como telón de fondo, el Sudán de al-Bashir ha añadido últimamente a su lista de países amigos a tres países francófonos, Zaire, Chad y República Centroafricana, que de alguna manera alivian la sensación de cerco percibida.

A instancias de EE.UU., Naciones Unidas impuso sanciones económicas a Sudán el 26 de abril de 1996 (resolución 1054), en tanto no extraditase a los sospechosos de atentar contra el presidente egipcio en 1995. Por lo demás, acusaciones de graves violaciones de derechos humanos (trato de los opositores en Khartoum y Omdurmán, bombardeo de población civil en el sur) han sido hechas por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional. El 5 de noviembre de 1997 EE.UU. impuso un embargo unilateral total.

Autor

  • Roberto Ortiz de Zárate