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HistoriaPolíticaBiografía

Schleicher, Kurt von (1882-1934)

General y político alemán nacido en Brandeburgo en el año 1882 y muerto el 30 de junio de 1934 en Berlín. De ideología militarista y nacionalista, fue una de las cabezas visibles de la represión contra la revolución espartaquista y una de las figuras más destacadas de la República de Weimar, de la que fue el último canciller, entre diciembre de 1932 y enero de 1933. Su vida ilustra de manera clara cómo el ejército alemán cooperó con diferentes gobiernos republicanos para eludir y subvertir el Tratado de Versalles. Schleicher fue uno de los pocos generales alemanes con un cierto talento político pero, ante todo, fue un oficial que consideraba al ejército como el garante de la tranquilidad de Alemania. Durante toda su vida política y militar se sirvió de la conspiración para fortalecer al ejército y a su propio país.

El ingreso en el ejército de Kurt von Schleicher no fue casual, le vino dado por su pertenencia a una familia con una extensa tradición militar. Su carrera militar, en la que llegó a ostentar los más altos grados castrenses, se inició en el año 1900 al alistarse como soldado raso. Ya desde su época académica supo labrarse la amistad de personalidades influyentes de este ámbito; un ejemplo fue la fuerte relación que entabló con Oskar von Hindenburg, hijo del general Paul von Hindenburg. El segundo pilar sobre el que apoyó Schleicher su carrera militar fue su amistad con el general Wilhelm Groener, instructor de la Academia de Guerra. Pero Schleicher no sólo destacó por saber acercarse a las figuras más influyentes del espectro militar, sino también porque su inteligencia sobresalía por encima de la del resto de los cadetes.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial tuvo la oportunidad de demostrar en el frente oriental lo aprendido en sus años de alumno; lo logró con creces, ya que fue condecorado con la Cruz de Hierro por su valor en la batalla. Sin embargo, por alguna razón que se desconoce, se enemistó con el general Ludendorff y fue enviado a los cuarteles generales del departamento de prensa del ejército. Este "destierro" finalizó cuando su amigo Groener sucedió a Ludendorff al frente del ejército alemán, ya que una de las primeras medidas de aquel fue nombrarle mayor y ayudante personal. Ese fue un momento clave para Schleicher, ya que en dicho puesto pudo desarrollar su extraordinario talento para las labores de asesoramiento. Al terminar el conflicto bélico ya había adquirido contactos políticos, sociales y militares que le permitieron hacerse un importante hueco en la Alemania de posguerra.

El nacimiento de la República de Weimar se vio sacudido por la inestabilidad. El gobierno sabía que la única manera de mantener el orden era contar con el apoyo del ejército. Al mantenerse como ayudante de Groener, Schleicher tuvo una participación activa en las discusiones entre el ejército y el ejecutivo para asentar las bases de lo que iba a ser la vida de la República de Weimar y del propio ejército germano. Fue Schleicher quien convenció a Ebert de que debía utilizar la fuerza militar para acabar con los Consejos de Trabajadores y Soldados, que, con carácter revolucionario, se estaban formando en algunas ciudades del país. En 1920, cuando diversas unidades de la División Marítima del Pueblo sitiaron la cancillería en Berlín, fue uno de los oficiales que, en nombre del canciller y de Gustav Noske, acabó sangrientamente con el motín. A partir de ese momento y hasta 1923 fue responsable de la organización de los Freikorps, los cuales cumplieron un terrorífico papel en los primeros meses republicanos.

En el año 1920 el general Groener se retiró y fue sustituido por von Seekt en la dirección del ejército alemán. Von Schleicher se mantuvo en su puesto de ayudante, a pesar de que mantenía puntos de vista diferentes sobre la función del ejército en tiempo de crisis. Mientras él consideraba que las tropas debían intervenir cuando la situación social se tornaba crítica, von Seekt demostró en el golpe de estado de Kapp, en marzo de 1920, que no estaba dispuesto a actuar contra los ataques ultraderechistas. El único punto que unía a Schleicher y Seekt era su desprecio por el Tratado de Versalles. Ambos pensaban que había que burlar como fuese dicho pacto, especialmente en los puntos que obligaban al desarme de Alemania. Una de las ideas dominantes dentro del ejército alemán era que el país estaba, conforme a lo firmado en el tratado de paz, indefenso ante una posible invasión exterior o ante las revueltas internas. Por esta razón ambos iniciaron la formación secreta de los Freikorps, grupos de milicianos reaccionarios que realizaron trabajos de represión muy concretos. Cuando Polonia atacó el este de Alemania, von Schleicher mandó allí estas fuerzas de defensa disfrazadas de trabajadores agrícolas para evitar una posible invasión. Otra de sus actuaciones contra el Tratado de Versalles fue la negociación del Tratado de Rapallo (1922). Este acuerdo, firmado con la Unión Soviética, permitía en sus cláusulas secretas el rearme del ejército alemán. Fue el propio von Schleicher quien negoció, en nombre del ejército, los aspectos fundamentales de dichas cláusulas.

Su apoyo al gobierno republicano era inquebrantable en esos momentos. Muestra de ello fue cómo sofocó el intento de golpe de estado de Hitler de 1923 en Baviera, que le posibilitó vengarse, al mismo tiempo, de su enemigo Ludendorff, inmerso en el intento golpista. Otra muestra clara se produjo cuando se inició la violencia francesa en las tierras del Rin, que motivó la adopción de medidas excepcionales por parte del gobierno y la revocación momentánea de la Constitución. Fue von Schleicher quien se encargó temporalmente de ejecutar y organizar el aprovisionamiento de los habitantes de la región.

Sus méritos hicieron que, en el año 1926, cuando contaba cuarenta y cuatro años, alcanzase el rango de coronel, a pesar de que seguía subordinado al general Hans von Seekt. Fue entonces cuando Hindenburg fue elegido para hacerse cargo de la presidencia de la República. Von Schleicher empezó entonces a tejer su trama de intrigas, a fin de hacerse con mayores parcelas de poder. Hizo todo lo posible para propiciar la caída de Seekt, con vistas a conseguir que su amigo Groener volviese al mando del Estado Mayor. Filtró que Seekt había permitido al nieto del kaiser participar en unas maniobras del ejército sin consultar al ministro de Defensa, Otto von Gessler, por lo que aquél se vio obligado a dimitir. En el año 1927 el propio von Gessler abandonó su cargo y fue sustituido por Groener, mientras que von Schleicher se convertía, a su vez, en jefe de su consejo político. Incluso se creó un departamento especial conocido como Ministeramt ('Ministerio de Servicio') bajo su control. La función de este departamento era la coordinación de las relaciones entre las fuerzas armadas, la sociedad civil y los partidos políticos. Desde él, von Schleicher manejó a su antojo todos los asuntos políticos y periodísticos del ejército. Allí desarrolló de manera más clara su poder militar y político, así como sus cualidades para la intriga. Creó desde el departamento toda una red de espionaje en Berlín, para lo cual colocó a agentes secretos en todos los ministerios. De la misma manera manipuló, a través de filtraciones e insinuaciones, a la prensa, consciente de la influencia de ésta en la opinión pública

Hacia el año 1930 había ya adquirido el rango de capitán general del ejército alemán. Sin embargo, su posición en el Ministeramt, que tanto poder le había otorgado, le procuró de la misma manera innumerables enemigos. Éstos pertenecían en su mayor parte al ejército, ya que la implicación de von Schleicher en la caída de von Seekt no fue popular entre algunos mandos. Las dificultades económicas y políticas por las que estaba pasando la república hicieron cada vez más difícil su apoyo incondicional al gobierno. Además, le obligaron a moverse en una situación política cuya única solución era establecer un gobierno con fuertes poderes centrales, que llegase incluso a gobernar por decreto. Pero cuando Hindenburg rechazó la petición de Müller de utilizar el artículo 48 de la Constitución para gobernar por decreto, éste tuvo que dimitir. Todo el poder del estado pasó entonces a manos de Hindenburg, en aquel momento un anciano de ochenta y tres años con algunos problemas mentales. Quienes en realidad dirigieron el país fueron su hijo Oskar y, especialmente, Kurt von Schleicher. Fue éste quien aconsejó a Hindenburg que otorgase el puesto de canciller a Heinrich Brüning, lo que marcó el principio de la caída de la inestable democracia de Weimar.

La presencia nazi en la vida política y social alemana era ya notable por entonces. El Partido Nacionalsocialista y sus SA tenían entre la espada y la pared al ejército y al propio von Schleicher. Éste pensaba que la prohibición y represión de los nazis podía provocar un ascenso del comunismo revolucionario al estilo soviético. Durante los meses siguientes intentó formar un gobierno eficiente y fuerte. Temía, ante todo, que el ejército tuviese que reprimir una posible rebelión de tinte comunista o nacionalsocialista. Pero el ascenso vertiginoso del nazismo hizo que empezase a coquetear con la idea de convertir al partido nazi en una fuerza más de gobierno. Veía en ello la solución para romper el bloqueo político en el que estaba sumido el país desde 1931. A pesar de que no tenía buena consideración de Hitler, temía su capacidad para arrastrar a la población. Pensaba que la única manera de "domesticarle" era mantener una serie de conversaciones con algunos de sus correligionarios (Röhm y Gregor Strasser), además de con el propio Hitler. Presumía que la única forma de salvar a Alemania del nazismo era intentar dividir sus fuerzas y, para ello, utilizar su tremendo poder de negociación e intriga. Sin embargo, Hitler rechazó entrar a formar parte del gabinete gubernamental. Aunque von Schleicher siguió manteniendo contactos con miembros de la cúpula nazi, sus intentos no llegaron a buen puerto. Además, se encontró con los recelos de la mayor parte de los partidos de izquierda y del propio Groener, que le consideraban un traidor por sus acercamientos a los nazis. Esto hizo que von Schleicher tuviera que forzar la destitución del que hasta ese momento había sido su mentor.

Cuando se produjo la caída del canciller Brüning y ascendió al poder Franz von Papen, von Schleicher tuvo que hacerse cargo del Ministerio de Defensa. Por primera vez dejaba de actuar en la sombra para ponerse a tiro en el fuego abierto que era, en esos momentos, la política alemana. En esa época tenía claro que la única forma de evitar el asalto al poder de los nazis era terminar con el sistema parlamentario y formar una especie de dictadura moderada, que pudiese regir el destino del país. La realidad fue que se encontró, sin darse cuenta, atrapado en su propio juego, ya que von Papen era mucho más ambicioso de lo que se creía e intrigó cuanto estuvo en su mano para sustituir a von Schleicher como consejero principal del presidente Hindenburg.

El 31 de julio de 1932 se llevaron a cabo unas elecciones ejecutivas en las que el partido nazi no consiguió la representación parlamentaria suficiente para controlar la cámara. En ese momento von Schleicher creyó poseer una posición de fuerza ante los nazis para obligarles a negociar. Este pensamiento se reforzó cuando el 6 de noviembre se repitieron las elecciones y los nazis perdieron incluso algunos escaños en el parlamento. Fue entonces cuando la batalla política se trasladó a las calles de manera violenta, con enfrentamientos directos entre comunistas y nacionalsocialistas. Von Schleicher se dio cuenta de que la única posibilidad que le quedaba para salvar la situación política de Alemania era derrocar a von Pappen y ponerse él mismo al frente de la cancillería. De esta manera llegó al poder absoluto en un país desintegrado política y socialmente: no contaba con mayoría parlamentaria y su poder se basaba en el apoyo del Presidente y en el del ejército, pero éstos pronto le dieron la espalda. El ejército no aceptó su bajada a la arena política y von Pappen se encargó de que Hindenburg empezase a mirarle como a un traidor. En esta posición de debilidad, todas las negociaciones que intentó no fueron más que vanas ilusiones de solucionar la situación. Von Pappen ya negociaba con los nazis para integrarse en un futuro gobierno hitleriano y logró persuadir a Hindenburg para que destituyese a von Schleicher. El día 23 de enero de 1933 el Presidente rechazó de plano la petición de éste de gobernar por decreto, lo que obligó a von Schleicher a dimitir irrevocablemente. Hitler y los nazis tenían el camino expedito para hacerse con el poder en las próximas elecciones.

Von Schleicher sentía que había fallado en su intento de salvar la república democrática y no se sentía seguro al comprobar la sucesión de los acontecimientos. Desconfiaba plenamente de los dos máximos poderes del estado en esos momentos, Hitler y el ejército. Todo se agravó cuando Werner von Blomberg, su enemigo declarado, se hizo cargo del Ministerio de Defensa. Éste destituyó fulminantemente a los dos apoyos que en el estado mayor tenía von Schleicher: el coronel Kurt von Bredow y el general Von Hammertein-Equord. Sus amigos intentaron persuadirle para que abandonase de manera inmediata el país, pero desoyó sus consejos y siguió sus negociaciones con los nazis. Incluso Hitler llegó a ver en él a la persona idónea para rearmar el ejército alemán, pero esta opinión pesó mucho menos que la sed de venganza que algunos líderes militares tenían contra von Schleicher. Desde las más altas instancias del gobierno alemán y del ejército se consideró que el asesinato de von Schleicher debía llevarse a cabo de manera irrevocable. Así, su nombre apareció en una lista, elaborada por Goering, de personas públicas que debían ser detenidas y procesadas por traición. El 30 de junio de 1934, durante la conocida como Noche de los cuchillos largos, fue asesinado por cinco pistoleros junto a su esposa.

Enlaces en Internet

http://www.joric.com/Conspiracy/Hitlist.htm; página dedicada a sus actuaciones (en inglés).
http://www.dhm.de/lemo/html/biografien/SchleicherKurt/; página dedicada a su biografía (en alemán).
http://mars.acnet.wnec.edu/~grempel/courses/germany/lectures/28power_seizure.html; página dedicada a su última etapa política (en inglés).

Autor

  • RHL