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PolíticaBiografía

Kabila, Laurent-Désiré (1941-2001).

Político congoleño, Jefe del Estado de la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) y líder de la Alianza de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire, nacido en la localidad de Ankoro, al norte de la antigua Katanga, actual Shaba, en 1941 y fallecido en la capital del país Kinshasa, víctima de un atentado, el 16 de enero de 2001.

Perteneciente a la etnia luba, estudió Filosofía Política en Francia. De regreso al entonces Congo Belga y fascinado por el marxismo, se convirtió en miembro de la Asamblea del Norte de Katanga, organización dirigida por los líderes independentistas zaireños, Patrice Lumumba y Pierre Mulele. Era el inicio de 1960, fecha en la que el Congo luchaba por su independencia de Bélgica, que finalmente adquirió el 30 de junio de ese año.

Tras la emancipación, se sucedieron varias sublevaciones del Ejército en la región de Katanga entre los partidarios de la independencia de la región y los adeptos a la centralización, como Lumumba, quien ocupaba el cargo de primer ministro, o un entonces jovencísimo Kabila, férreo defensor y seguidor de éste. El conflicto desembocó en la intervención de la ONU y en la destitución de Lumumba como primer ministro, al que calificaron de comunista, y al que sustituyó el entonces coronel Mobutu Sese Seko.

A raíz de este conflicto Lumumba fue detenido y posteriormente asesinado por las tropas de Mobutu, en 1961. A partir de ese momento, Kabila emprendió una ofensiva rebelde contra las autoridades zaireñas, que se prolongó durante años, a través del llamado Consejo Nacional de Liberación. En enero 1964 inició la denominada rebelión de los simba (león en el idioma swahili) en la localidad de Ruzizi, al sur del país, donde se reunió con el guerrillero argentino-cubano, Ernesto "Che" Guevara, quien viajó al Congo en 1965 para prestar ayuda a Kabila.

La idea del Che era utilizar la "zona liberada" bajo control de las fuerzas de Kabila como epicentro de una revolución continental. Sin embargo, las divisiones en el movimiento revolucionario de Kabila, así como la baja moral y la escasa disciplina de los simba, llevó al Che a abandonar la guerra del Congo y a que la revolución fuera aplastada por el ejército zaireño apoyado por los mercenarios. Guevara llegó a denostar a Kabila por bebedor y mujeriego.

En 1967, dos años después del fracaso de esta revuelta, Kabila fundó un nuevo grupo rebelde, el Partido Revolucionario Popular, con bases en las montañas de Baraka, cerca del lago Tanganica. El partido constaba de un brazo armado, las Fuerzas Armadas Populares, (PRP) que durante 18 años hicieron la guerra en un territorio reducido. En 1970 el grupo estableció una zona "liberada" en la cordillera Fizi, en la provincia de Kivu, (fronteriza con Ruanda) con granjas colectivas, escuelas y centros médicos desde donde lograron resistir los ataques del las fuerzas gubernamentales durante casi dos décadas.

En 1974 la guerra de Kabila logró una cierta notoriedad internacional con el secuestro de cuatro estudiantes estadounidenses que fueron canjeados por 30 militares del PRP. En 1977 las tropas de Mobutu obligaron a Kabila a exiliarse durante casi 20 años, primero en Tanzania y posteriormente por varios países africanos, si bien durante muchos años se le dio por muerto al no aparecer en escena. Durante ese tiempo había estado recibiendo entrenamiento en el bloque soviético, mantuvo buenas relaciones con el presidente de Uganda Yoweri Museveni, y encontró un buen aliado en Paul Kagame, el líder del Frente Patriótico Ruandés que encabezó la revuelta tutsi que tomó el poder en Ruanda en 1994.

En octubre de 1996 Kabila reapareció en escena y creó la Alianza de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire, con la que encabezó una rebelión contra el régimen de Mobutu, mientras éste se encontraba en Suiza por motivos de salud. Las tropas de Kabila, que contaron con el apoyo logístico de los ejércitos de Uganda, Ruanda o Burundi, derrotaron en diferentes ofensivas a las tropas de Mobutu, más experimentadas en el pillaje y la extorsión que en el combate. El presidente regresó por un breve periodo al país pero en enero de 1997 volvió a abandonarlo sin conseguir frenar la ofensiva rebelde. Las tropas gubernamentales (que apoyaban a la etnia hutu) declararon oficialmente la guerra a los rebeldes tutsis de Kabila, que ya controlaban militarmente el este del país. Kabila tomó Lumumbasi, segunda ciudad en importancia en Zaire, y dio un ultimátum a Mobutu para negociar una salida a la guerra civil.

El presidente reapareció por sorpresa en el mes de marzo y se mostró dispuesto a negociar la paz con Kabila bajo la mediación del líder sudafricano Nelson Mandela. La reunión se produjo el 4 de mayo de 1997 en Togo y mientras Kabila exigía la cesión completa del poder para formar un gobierno de transición cuya autoridad estuviera representada por la Alianza de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire, Mobutu aceptaba el compromiso de establecer una autoridad de transición que se encargara de organizar elecciones, de las que saldría un nuevo presidente de la República, a quien él entregaría el poder. También se acordó que Mandela convocara una nueva reunión entre ambos líderes para analizar las conclusiones de ambas partes y, aunque se fijó el encuentro para el 14 de mayo, en el mismo lugar, Kabila no compareció alegando motivos de seguridad, aunque sí se reunió con Nelson Mandela en privado en Ciudad de El Cabo.

Los mediadores sudafricanos, Nelson Mandela y el vicepresidente primero Thabo Mbeki, presentaron un decálogo según el cual el presidente zaireño Mobutu debía entregar el poder a un gobierno de transición que agrupara a todas las fuerzas políticas, poniendo así fin a la guerra civil que vivía el Zaire. Finalmente, el 16 de mayo, Mobutu sucumbió a las presiones de los gobiernos belga y estadounidense y cedió a las pretensiones de Kabila abandonando la jefatura del Estado rumbo a su ciudad natal, Gbadolite. Partió al exilio marroquí y murió meses más tarde, el 7 de septiembre de 1997, en Rabat. El mismo día en que Mobutu abandonó la capital, Kabila se autoproclamó jefe del Estado dentro de un gobierno de transición que se formó hasta la celebración de elecciones. Dentro de su programa de cambios en el país, Kabila rebautizó Zaire con el antiguo nombre de República Democrática del Congo, adquirido a raíz de su independencia de Bélgica en 1960. Sólo eso cambió en el país porque las promesas de democracia y libertad se esfumaron con rapidez.

Sólo un año después de alcanzar el poder, la alianza entre Kabila y la etnia tutsi se rompió y se inició un nuevo conflicto armado en el que se implicaron siete países africanos. En agosto de 1998 resurge una nueva insurrección rebelde de la etnia tutsi, apoyada por los gobiernos de Ruanda, Burundi y Uganda, enfrentada a las fuerzas oficiales de Kabila que, a su vez, consigue mantenerse en el poder gracias al respaldo militar de Angola, Zimbabue y Namibia. En 2000 los dos bandos firmaron en Zambia la paz de Lusaka pero nunca aplicaron los acuerdos.

La crítica situación del país se agravó nuevamente el 16 de enero de 2001, cuando Kabila fue asesinado en Kinshasa, la capital del país, por un miembro de su guardia personal. El Gobierno, que durante las primeras horas no confirmó el fallecimiento del mandatario, decretó tras el atentado el toque de queda, cerró las fronteras del país y el aeropuerto internacional y acordó encargar al general Joseph Kabila, hijo del presidente asesinado, la dirección provisional del Estado. El joven Kabila, de 31 años, asumió oficialmente la Jefatura de la República Democrática del Congo (RDC) el 26 de enero de 2001.

Sólo un día después del asesinato del líder congoleño, las tres guerrillas que combatían al régimen de Kabila desde 1998 acordaron unirse en un único movimiento, bautizado como Frente de Liberación de Congo (FLC), bajo la dirección de Jean Pierre Bemba, líder del Movimiento de Liberación de Congo (MLC) que ya controlaba una parte importante del país.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo